Académica especializada en la localización de mujeres adolescentes, niñas y niños,
habló de la necesidad de seguir una metodología rigurosa para obtener y construir
información clave en la localización de personas
El análisis de contexto ayuda a localizar personalmente. La formulación de una
hipótesis, la construcción de una metodología y la estrategia eficiente durante el trabajo
de campo responden a la pregunta que se hacen familiares, académicos y gobierno,
¿cómo investigar la desaparición de personas?
Así lo planteó la doctora Javiera Donoso Jiménez en la conferencia “Desaparición en
México: análisis de contexto y estrategias de localización en el Estado de México,
Ciudad de México y Puebla”, como parte del programa Investigadores e investigadoras
por México-CONAHCyT, y quien se integra al cuerpo académico del Departamento de
Sociología del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la
Universidad de Guadalajara (UdeG).
“El análisis de contexto sí permite localizar gente o, por lo menos, conocer parte de la
verdad que lleva a encontrar a las personas”, declaró la profesora ante el lleno de
estudiantes de licenciatura y posgrados en la Sala Margarita Martínez Montoro.
El análisis de contexto también permite la identificación de presuntos responsables,
como Donoso Jiménez lo logró en 2021 en el Estado de México; se trataba de un
presunto feminicida serial que no detuvieron pese a la investigación sustentada.
“La Fiscalía decidió guardar la carpeta, el informe y las fotografías. Si hubieran indagado
a esa persona ligada a una desaparición, se habrían evitado varias muertes”, subrayó.
En un país con más de 100 mil personas desaparecidas, destacó que no en todos los
casos es necesario hacer un análisis de contexto, pero sí encontrar relaciones para
evidenciar generalidades. “No hay que hacer 100 mil análisis de contexto de cada una
de las personas desaparecidas, pero sí por grupos de casos, sí se puede hacer
generalidades”, dijo.
Aunque la elaboración de análisis de contexto tarda entre seis y ocho meses, Donoso
Jiménez destacó que un equipo de analistas puede hacer más de un informe, aunque
apuntó que faltan capacidades técnicas e investigativas de los ministerios públicos para
conectar ideas y encontrar patrones de desaparición.
Metodología, clave para localizar personas
La doctora Donoso Jiménez, especializada en análisis de contexto para la localización
de mujeres, adolescentes, niñas y niños, precisó que un análisis de contexto requiere de
un trabajo organizado y metódico. Se trata de dimensiones del análisis: estadística,
estructural, victimológico, geoespacial y de redes, entre otros. Uno de ellos es el análisis
de los patrones de comportamiento.
“Para conocer la esencia de la persona y determinar qué era lo que la movilizaba día a
día; esto para entender la circunstancia que sacó a la persona de su rutina, y así ver qué
pasó antes”, explicó.
Con lo anterior, dijo, se puede realizar investigación en diferentes contextos. Incluso,
acotó, para levantar información a través de protocolos estrictos y rigurosos sin poner en
riesgo la propia vida y las del equipo de trabajo.
“Para seguir esta metodología necesitamos la disposición de funcionarios para buscar a
las personas e ir a los lugares donde desaparecieron, donde vivían y también donde se
encontraron. Tenemos que recorrer los lugares, observar el entorno, observar el territorio
y entender lo que pasa, pero con condiciones que potencian el por qué desaparecen”,
explicó la investigadora.
Enfatizó que la investigación debe seguirse a través del perfil neutral de la persona
desaparecida para restar la criminalización de la persona y así poder construir una línea
de investigación más objetiva, sentenció.