La jornada fue emprendida por la Unidad de Igualdad de esta Casa de Estudio
En una sesión donde se rompieron las jerarquías y los estereotipos tradicionales,
directoras y directores de Prepas UDG, así como coordinadoras y coordinadores de
diversas áreas del edificio Valentín Gómez Farías, sede Sistema de Educación Media
Superior (SEMS), quienes participaron en el taller Liderazgo incluyente y
masculinidades, impartido por la asociación GENDES, género y desarrollo AC, y
promovido por la Unidad de Igualdad de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
La maestra Érika Loyo, representante de dicha Unidad, manifestó que estos esfuerzos
se unen a las actividades que se han emprendido relacionadas a la promoción y
formación de nuevas masculinidades en las distintas dependencias universitarias;
añadió que aún falta capacitar a más personas dentro de la Red Universitaria para que
el cambio cultural rinda frutos, sin embargo, los avances en la disposición de estos
espacios para el diálogo y la reflexión es un arranque que permea los patrones
tradicionalmente impuestos en la sociedad.
Ricardo Ayón y Mauro Vargas de GENDES expusieron que el tema de la igualdad de
género está expresado en legislaciones y terminologías jurídicas; aunque, hicieron
hincapié que ahora es necesario que se intervenga lo más relevante que es la parte
cultural que se está arraigada en la educación de la sociedad.
El objetivo del curso fue promover una reflexión crítica y propositiva sobre las formas de
ejercer liderazgos para que se desarrollen de manera incluyente. También se revisó
estas figuras y su relación con las masculinidades desde las actitudes, aptitudes y
comportamientos.
Las y los participantes realizaron ejercicios en pequeños grupos donde se analizaron
cómo se perciben los liderazgos aplicados por un hombre, cómo son los emprendidos
por una mujer y en general cómo deberían de ser a partir de concebir al líder como una
persona fuera de la imposición del género. Asimismo, se estudió un caso escolar de
impacto en torno a cómo pudo haber afectado a un hombre o a una mujer, donde se
propusieron diversos mecanismos de atención donde se subrayó el aplicar la
perspectiva de género y el respeto por la dignidad de las personas.
Al finalizar se recomendó la conexión emocional con el cuerpo de cada persona como
vehículo social, emocional y de vida con el fin holístico de respetar las propias
emociones, ser consciente de la razón de cada uno o una, y a partir de eso, abrir a la
comprensión, tolerancia y respeto por los otros.