Diabetes, hipertensión y embarazos adolescentes, principales preocupaciones médicas
en el país
Con motivo del Día Mundial de la Salud, que se conmemoró este 7 de abril,
investigadores del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) de la Universidad de
Guadalajara (UdeG), reflexionaron sobre la salud pública y los principales problemas
que afectan a la sociedad mexicana, como el embarazo adolescente, la diabetes, la
obesidad, la hipertensión y los trastornos mentales.
El director de la División de Ciencias de la Salud de dicho campus, doctor Leonel García
Benavides, compartió que en 2025 la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso
el lema “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, con el objetivo de reflexionar y
sensibilizar sobre la importancia que tiene la salud materno infantil y las implicaciones
que tiene que llevar, o no, una vida con hábitos positivos.
“Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reportan que cada día en
México más de mil niñas y adolescentes dan a luz, situando a nuestro país en el primer
lugar en el mundo de embarazos en mujeres de diez a 15 años; en 2023 se registraron
137 mil 660 nacimientos en niñas de 10 a 19 años, de los cuales 3 mil corresponden a
niñas de 10 a 14 años”, compartió García Benavides.
Añadió que el país tiene prevalencia alta en enfermedades crónicas como la
hipertensión y la diabetes, enfermedades que, junto con problemas cardiacos y
cánceres, encabezan las causas de morbimortalidad entre hombres y mujeres de más
de 50 años; enfermedades que, por su tendencia, se prevé sigan en aumento durante
los próximos años y con ello el incremento en el costo de padecer una enfermedad.
Sobre los embarazos y los problemas obstétricos, la investigadora del Departamento de
Ciencias de la Salud Enfermedad como Proceso Individual, doctora Clío Chávez
Palencia, mencionó que “cada año, cerca de tres mil mujeres mueren durante el
embarazo o el parto, más de dos millones de recién nacidos fallecen en su primer mes
de vida y millones más nacen muertos; estas muertes pueden ser prevenibles con una
buena planificación familiar y seguimiento del embarazo”.
Explicó que existen conductas que afectan a la salud, así como condiciones sociales,
económicas y ambientales que impactan directamente el desarrollo de los embarazos.
Además, expresó que la atención obstétrica debe ser libre de violencia y humanizarse la
asistencia del nacimiento y la lactancia; también, se debe crear un apoyo comunitario
según las necesidades sociales, económicas y familiares para garantizar el bienestar de
las madres y los recién nacidos.
En cuanto a la nutrición y enfermedades que son focos rojos en México, como la
diabetes e hipertensión, el Coordinador de la licenciatura en Nutrición, doctor César
Octavio Ramos García, señaló que se otorga un recurso alto a la atención de estas
enfermedades más que en su prevención, lo que genera que programas de salud
pública y gubernamentales deban atender la concientización mediante programas
educativos y sociales.
“Entre el 80 y 90 % de niños y adolescentes pasan más de dos horas frente a pantallas y
no realizan actividad física, lo que es alarmante porque desencadena que tengamos
36.5 % de niños y 40.5 % de adolescentes con obesidad. Fenómeno que se relaciona
con el consumo de alimentos ultra procesados y con una ingesta menor a 25 %
recomendada de frutas y verduras”, añadió.
Dijo que la ley publicada en el Diario Oficial de la Federación, en la que se prohíbe la
venta de alimentos chatarra debe ir acompañada por visitas de nutriólogos a las
escuelas, asesoría a los padres y procesos comunitarios que permitan la modificar la
alimentación y la actividad física.
Otro punto importante a reflexionar en el marco del Día Mundial de la Salud, es el estado
mental y emocional de las personas. La jefa del Departamento de Ciencias de la Salud
Poblacional, doctora María Luisa Avalos Latorre, explicó que posterior a la pandemia,
infancias, adolescencias y personas adultas han desarrollado problemas de depresión,
estrés y ansiedad, lo que afecta su rendimiento escolar y laboral.
“Debemos sensibilizarnos para reconocer ciertos aspectos, síntomas o fenómenos que
alteren el control emocional; es importante que aceptemos la importancia de las
emociones, que aprendamos a reconocerlas y hablemos de lo que nos está ocurriendo.
Además, ver si crece de manera progresiva, acudir a instancias de salud que nos
puedan ayudar”, comentó.
Aunque la salud es un derecho fundamental, las situaciones poblacionales son distintas
y debe entenderse que no todos los contextos pueden desarrollarse de igual forma; por
ello, la Investigadora del Departamento de Ciencias de la Salud Poblacional, doctora
María Guadalupe Ramírez Contreras, compartió que el trabajo de intervención es
necesario para vincular procesos y generar adaptaciones a las políticas de salud
implementadas por el gobierno.
Añadió que para otorgar el derecho a la salud a todas y todos, es importante que las
políticas públicas sean aplicadas según los contextos y los niveles socioculturales y
educativos que tienen las personas; además, se debe pensar en que la salud también
engloba las posibilidades de tener un bienestar social, por lo que los especialistas deben
intervenir en políticas culturales que sean armónicas y beneficiosas a la salud.