A través del programa de Intervención Educativa, Juventudes y Género el recurso se
elaboró y distribuyó entre toda la comunidad estudiantil de Prepas UDG
El pasado 25 de noviembre fue un día muy simbólico. Cientos de estudiantes tomaron la
Plaza Juan Pablo II en Zapopan para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación
de la Violencia contra la Mujer y ahí —con la presencia de la escritora Cristina Rivera
Garza, premio Pulitzer por su libro El invencible verano de Liliana (2021)— se presentó
en un performance el Violentómetro diseñado por el programa de Intervención
Educativa, Juventudes y Género del Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de
la Universidad de Guadalajara (UdeG).
La maestra Margarita Rodríguez, responsable de este proyecto describió que aquella
tarde hubo una joven que representaba la muerte y un par de poetas (una joven y un
joven) que intercalaban la voz de Liliana —víctima de feminicidio y hermana de Cristina
Rivera Garza— quienes dieron lectura de la obra que fue cotejada con el Violentómetro
para medir el grado de violencia manifiesta que se presentó en el caso. La intervención
estuvo acompañada del tejido colectivo Sangre de mi Sangre con la Colectiva Hilos, con
el Instituto Transdisciplinar en Literacidad (Itrali) organizador del evento y con la doctora
Susana Muñiz del Centro de Estudios de Género de la UdeG.
Esa fue la primera aparición del Violentómetro; posteriormente, en el marco de la Feria
Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) el recurso se distribuyó en todos los
planteles de bachillerato del SEMS a manera de separador de libros. Esta herramienta
destaca por su funcionalidad informativa, por la posibilidad de identificar la manifestación
de violencias principalmente en la relación de pareja y por ser un material que no sólo se
focaliza en la víctima, sino también en el victimario.
Margarita Rodríguez subraya que el recurso es innovador precisamente por que hace
uso del proceso de prevención para centrarse en la generación de consciencia en torno
al fenómeno. Y afirma que si bien, las juventudes son herederas de un sinfín de
problemáticas, como la del cambio climático o la violencia por narcotráfico, existen otras
en las que sí pueden ser actores de transformación al frenar comportamientos,
modificarlos y deconstruirlos.
“Tenemos que ser conscientes toda la sociedad de que todos tenemos un papel en torno
a la prevención. El machismo afecta a hombres y mujeres, pero son ellas quienes
terminan siendo asesinadas. Por eso se ha tipificado el delito del feminicidio. Con el
tema del Violentómetro lo principal radica en que la violencia se ha normalizado y
estamos llegando a niveles muy altos. Una de las violencias que podemos prevenir con
este recurso es la del noviazgo, entonces el Violentómetro nos permite sensibilizar”.
Este recurso que ofrece el SEMS de la UdeG tiene dos caras, una permite trabajar con
las alumnas para que ellas sean conscientes si están en un ciclo de violencia. Por otro
lado, orienta a quienes puedan ser victimarios con el mensaje de que la violencia no es
natural y el sentir este tipo de conductas de agresión también es para que acudan con
un profesional. El diseño es un separador de libros y fue ideal como material que se
sume a los recursos y proyectos implementados por el programa de Intervención
Educativa, Juventudes y Género como el de la Biblioteca Púrpura y demás.
Poco a poco en las comunidades estudiantiles el Violentómetro se ha sumado a las
actividades cotidianas, por ejemplo, en la Escuela de Educación Media Superior
Wixárika las y los estudiantes hicieron una intervención para llevarlo a gran formato.
Después, en una reunión con las familias, el director de esta escuela, doctor José
Francisco Soto Cruz, lo socializó y habló de él.
Al respecto, Margarita Rodríguez asevera que una de las cosas que se subrayan es la
apertura de las comunidades a ser receptivas ante un tema que puede ser tabú, “el que
haya un espacio de diálogo y que las personas nos abramos a comunicarlo es un gran
paso porque hay un reconocimiento de que existe una problemática donde no hay
culpables sino responsables. Desde ese enfoque ya hay una intervención y un avance
para modificar conductas desde la prevención”, sentencia.
Durante este ciclo 2025-A el programa de Intervención Educativa, Juventudes y Género
continuará con la difusión de las campañas informativas y con el proyecto Jornadas
Púrpura a partir de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la
ciencia (11 de febrero).
Además, este año ya se prepara una actividad de grabación de videos cortos (reels) con
el objetivo de destacar perfiles de estudiantes implicadas en las STEAM de las
PrepasUDG y potenciar las carreras universitarias de las chicas que estén vinculadas a
estas áreas STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas por sus siglas
en inglés), y que pronto se dará a conocer.